martes, 9 de noviembre de 2010

El romanticismo

Actividad 21

Teoría
El Siglo XIX
El siglo XIX es uno de los más agitados de la historia española; la literatura no puede aislarse de los diversos movimientos políticos y sociales que se suceden uno tras otro. Sería difícil entender los diversos movimientos literarios de este siglo, si no tenemos en cuenta los acontecimientos políticos y sociales de la época.
Situación de España.
Acontecimientos político-sociales Movimientos literarios
  • Período absolutista.
- Al comenzar el siglo XIX, el emperador francés, Napoleón Bonaparte, invadió con su ejército nuestro país. Los españoles reaccionan y España se convierte en el escenario de una guerra, llamada guerra de la Independencia, que termina con la expulsión de los franceses.
- Durante la guerra se reunieron las Cortes de Cádiz y elaboraron la Constitución de 1812, que concedía mayores derechos y libertades para el pueblo. Esto ocasionó duros enfrentamientos entre los partidarios de la reforma, llamados liberales, y los partidarios de que no se aplicara la Constitución, llamados absolutistas. A la cabeza de estos últimos se encontraba el propio rey, Fernando VII, que gobernaba con un poder totalmente absoluto.
  • Restos del Neoclasicismo y Prerromanticismo.
- A finales del siglo XVIII aparece una reacción contra el Neoclasicismo que se manifiestan en:
· Expresión libre de los sentimientos del poeta.
· Preferencia por los temas exóticos.
· Libertad del autor frente a las rígidas normas que impone el Neoclasicismo.

- El Prerromanticismo español, es representado por autores que, aunque primero pertenecieron al Neoclasicismo, al final de su vida inician una tendencia hacia este movimiento. Nicasio Álvarez Cienfuegos, Manuel José Quintana y Alberto Lista son nombres importantes.
  • Período liberal.
- Después de la muerte de Fernando VII, los liberales se ponen de parte de su hija Isabel, enfrentándose a los que querían como rey a Carlos, hermano de Fernando VII. Éste era partidario del absolutismo. Los enfrentamientos entre estos dos nuevos sectores se llamaron guerras carlistas. En este tiempo son los liberales los que tienen el poder e intentan llevar a cabo grandes reformas en el país. La más importante es la reforma agraria y el saneamiento de la economía.
  • Romanticismo
- El triunfo del Romanticismo en España tiene lugar con el estreno de la obra teatral del Duque de Rivas, La conjuración de Venecia en 1834, y Don Álvaro o La fuerza del sino en 1835. Su apogeo fue muy corto entre 1835 y 1840.
- El Romanticismo se puede definir como un movimiento contra el Neoclasicismo, que da preferencia a los sentimientos.
  • Período revolucionario y Restauración.
- España se encuentra estancada a causa de las guerras carlistas y el progreso es nulo. Existe un descontento general entre los ciudadanos. El enfrentamiento constante entre los liberales y los conservadores crea inestabilidad política. En septiembre de 1868 se desencadena una revolución que pone fin al reinado de Isabel II.
- Durante esta época se producen grandes tensiones: la clase obrera convoca grandes huelgas. España ofrece un espectáculo deplorable a causa de los continuos enfrentamientos.
- La proclamación de Amadeo de Saboya como nuevo rey fracasa muy pronto al abandonar éste el país en 1873. Tampoco funciona la proclamación de la Primera República para calmar los enfrentamientos. La situación no cambió hasta 1874, en que se nombra al hijo de Isabel II, Alfonso XII, como rey de España; período conocido con el nombre de Restauración.
  • Realismo y Naturalismo.
- Frente al alejamiento de la realidad y subjetivismo romántico, surgen el Realismo y el Naturalismo.
· El Realismo se caracteriza por la rigurosa observación de la vida cotidiana.
· El Naturalismo es un movimiento derivado del anterior que pretende explicar científicamente el comportamiento del hombre.
  • El desastre
- Se cierra el siglo con un nuevo desastre. En 1898 se sublevan las colonias españolas de Cuba y Filipinas. Tras una penosa guerra, España pierde sus últimas posesiones en América.
  • Modernismo y Generación del 98.
- Son dos movimientos que reaccionan contra el Realismo y el Naturalismo. El primero se preocupa ante todo por el arte. El segundo pretende analizar las causas de la decadencia española y proponer soluciones a sus problemas.

El movimiento romántico
Este movimiento literario, que transcurre en la primera mitad del siglo XIX, se originó en Alemania e Inglaterra.
Tras la muerte de Fernando VII, en 1833, los liberales que estaban exiliados regresaron con las ideas románticas que triunfarían en España.

Contra el racionalismo francés del siglo anterior, que sometía al arte a reglas rígidas, el escritor romántico reacciona, expresando sus sentimientos.
Las características más importantes son:
  • Rebelión del individuo contra cualquier norma que la impida expresar sus propios sentimientos.
  • Absoluta libertad en política, moral y arte.
  • Mantienen una actitud idealista que no corresponde a la realidad que los rodea y los lleva a la rebeldía contra la patria, la sociedad e incluso contra Dios.
  • Como consecuencia del enfrentamiento entre su espíritu idealista y la cruda realidad, se produce la desesperación y el desengaño.
  • Si en el siglo anterior la verdad era igual a belleza, para el Romanticismo sólo la belleza es la verdad.

Técnicas literarias
Los románticos toman como modelos los más apartados de los clásicos: la literatura medieval, el Romancero, la Biblia, el pasado histórico...
  • La poesía
Se revaloriza el romance, surgen nuevas estrofas y los poetas combinan a su gusto versos y estrofas.
  • El teatro
Se mezcla la prosa con el verso, lo trágico con lo cómico y desaparece de la obra de teatro todo afán didáctico o moralizador. Sólo se pretende conmover al espectador, provocándole entusiasmo, terror, espanto, tristeza...

Temática del Romanticismo
El autor romántico, al hacer prevalecer los sentimientos sobre la razón, manifiesta libremente sus emociones más íntimas, dando prioridad a la melancolía y a la desesperación. La lírica será su género preferido.
  • La naturaleza
El romántico considera el paisaje como un elemento muy importante en su obra. Prefiere una naturaleza que conecte con sus sentimientos tumultuosos; por eso buscan paisajes agrestes, noches tormentosas, mar tempestuoso, ambientes nocturnos y sepulcrales, ruinas de castillos medievales... La naturaleza participa de los propios sentimientos del poeta y se convierte en una compañera con la que se comunica.
Olas gigantes que os rompéis bramando
en las playas desiertas y remotas,
envuelto entre la sábana de espumas,
¡llevadme con vosotras!
Ráfagas de huracán, que arrebatáis
del alto bosque las marchitas hojas,
arrastrando en el cielo torbellino,
¡llevadme con vosotras!
Nubes de tempestad que rompe el rayo
y en fuego ornáis las desprendidas orlas,
arrebatado entre la niebla oscura,
¡llevadme con vosotras!
Llevadme, por piedad, adonde el vértigo
con la razón me arranque la memoria...
¡Por piedad!... ¡Tengo miedo de quedarme
con mi dolor a solas!
Gustavo A. Bécquer
  • Lo lejano y lo exótico
La poderosa imaginación del romántico choca con la realidad circundante. Como consecuencia de este choque, el poeta busca evasión en lo lejano. La Edad Media será fuente de inspiración para el arte y la literatura: renacen las leyendas medievales, los cuentos de hadas... Lo exótico se manifiesta en la atracción que sienten los románticos por la España musulmana y por la mitología nórdica, que sustituye a la mitología grecolatina.
  • Resurgimiento de lo popular
La vuelta a una época lejana supone el resurgimiento de la cultura medieval. El Romancero y las leyendas épicas son fuente de inspiración para la poesía y el teatro.
  • El amor
Se idealiza el amor hasta el punto de considerar a la mujer como un ser que lleva a Dios. El amor es considerado como un principio divino.
A la par que esa mujer angelical, los románticos también ven a la mujer como un principio de perdición, como una fatalidad que destruye al hombre.

Canto a Teresa (José de Espronceda)
¡Ay!, aquella mujer, tan sólo aquélla,
tanto delirio a realizar alcanza,
y esa mujer tan cándida y tan bella,
es mentida ilusión de la esperanza
es el alma que vívida destella
su luz al mundo cuando en él se lanza,
y el mundo con su magia y galanura
es espejo no más de su hermosura.
Es el amor que al mismo amor adora,
el que creó las sílfides y ondinas,
la sacra ninfa que bordando mora
debajo de las aguas cristalinas;
es el amor que recordando llora
las arboledas del Edén divinas,
amor de allí arrancado, allí nacido,
que busca en vano aquí su bien perdido.
¡Oh llama santa! ¡Celestial anhelo!
¡Sentimiento purísimo! ¡Memoria
acaso triste de un perdido cielo,
quizá esperanza de futura gloria!
¡Huyes y dejas llanto y desconsuelo!
¡Oh mujer, que en imagen ilusoria,
tan pura, tan feliz, tan placentera,
brindó el amor a mi ilusión primera!
  • La libertad
La exaltación de la libertad del hombre frente a cualquier ley humana es un tema frecuente. El romántico siente una fuerte admiración por todos aquellos seres que están fuera de la ley (piratas, bandoleros, vagabundos), a los que considera como verdaderos símbolos de la libertad.
La canción del pirata ( José de Espronceda)
Con diez cañones por banda,
viento en popa a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín;
bajel pirata que llaman,
por su bravura, el Temido,
en todo el mar conocido
del uno al otro confín.
La luna en el mar ríela,
en la lona gime el viento
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y va el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Estambul;
-"Navega velero mío,
sin temor,
que ni enemigo navío,
ni tormenta, ni bonanza,
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.
Veinte presas
hemos hecho
a despecho del inglés
y han rendido
sus pendones
cien naciones a mis pies.
Que es mi barco mi tesoro
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria la mar.
Allá muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra,
que yo tengo aquí por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie puso leyes.
Y no hay playa
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pecho
a mi valor.
Que es mi barco mi tesoro
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria la mar.
A la voz de ¡barco viene!
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar:
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.
En las presas
yo divido
lo cogido
por igual:
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.
Que es mi barco mi tesoro
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria la mar.
¡Sentenciado estoy a muerte!
yo me río;
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgaré de alguna antena
quizá en su propio navío.
Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
cuando el yugo
del esclavo
como un bravo
sacudí.
Que es mi barco mi tesoro
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria la mar.
Son mi música mejor
aquilones
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.
Y del trueno
al son violento,
y del viento
al rebramar,
yo me duermo
sosegado
arrullado
por el mar.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria la mar.

El teatro en el Romanticismo
El Romanticismo, con su imaginación, logra despertar el interés por el teatro al estrenarse en 1835 Don Álvaro, del Duque de Rivas. El mayor éxito del teatro romántico lo alcanzó la obra Don Juan Tenorio, de José Zorrilla, en 1844.
  • Características
  • Desaparecen las rígidas normas neoclásicas. Los escenarios son muy variados y el tiempo se acorta o se alarga a gusto del autor.
  • Temas. Preferencia por los temas legendarios, caballerescos o de la historia nacional.
  • Técnicas. Aumenta el número de actores y se mezcla la prosa y el verso.
  • El tono de la obra es vibrante. Abundan las escenas violentas, duelos, suicidios, muertes, ambientes sepulcrales...
  • Autores
  • El Duque de Rivas
Ángel García de Saavedra nació en Córdoba en 1791 y murió en Madrid en 1865. Fue una figura importante en la política y la literatura de su tiempo. Estuvo exiliado en Inglaterra durante el reinado de Fernando VII. Al regresar a España ocupó varios cargos políticos y fue director de la Real Academia de la Lengua.
Escribió la obra Don Álvaro o la fuerza del sino, primer drama romántico que triunfó en España. En 1841 publicó sus Romances históricos, en los que recrea una serie de leyendas y personajes de nuestro pasado histórico. Utiliza un lenguaje sobrio y seguro con el que consigue descripciones exactas de personajes, atuendos y ambientes.
Un castellano leal (Fragmento)
"Soy, señor, vuestro vasallo,
vos sois mi rey en la tierra;
a vos ordenar os cumple
de mi vida y de mi hacienda.
Vuestro soy, vuestra mi casa,
de mí disponed y de ella,
pero no toquéis mi honra,
y respetad mi conciencia.
Mi casa Borbón ocupe
puesto que es voluntad vuestra;
contamine sus paredes,
sus blasones envilezca,
que a mí me sobra en Toledo
donde vivir, sin que tenga
que rozarme con traidores
cuyo solo aliento infesta.
Y en cuanto él deje mi casa,
antes de tornar yo a ella,
purificaré con fuego
sus paredes y sus puertas."
Muy pocos días el duque
hizo mansión en Toledo
del noble conde ocupado
los honrados aposentos.
Y la noche en que el palacio
dejó vacío, partiendo
con su séquito y sus pajes
orgulloso y satisfecho,
turbó la apacible luna
un vapor blanco y espeso
que de las altas techumbres
se iba elevando y creciendo.
Resonaron las campanas,
conmovióse todo el pueblo,
de Benavente, el palacio,
presa de las llamas viendo.
Aún hoy, unos viejos muros,
del humo y las llamas negros,
recuerdan acción tan grande
en la famosa Toledo.
  • José Zorrilla
Nació en Valladolid en 1817 y murió en Madrid en 1893. Durante los años pasados en el colegio se dedicó a leer a los grandes escritores románticos europeos. Al mismo tiempo intervenía en las representaciones teatrales del centro. A los doce años comenzó a escribir versos. A los veinte años leyó unos versos en el entierro de Larra, con lo que se dio a conocer como poeta ante un público formado por los mejores escritores del momento. Fue miembro de la Real Academia de la Lengua y reconocido oficialmente como un gran poeta.
Zorrilla utiliza temas de la historia nacional. Sus obras teatrales presentan los rasgos propios del drama romántico y nadie como él es capaz de construir la obra teatral ni interesar tanto al público. Zorrilla escribe exclusivamente en verso. Su versificación es sonora, brillante, ágil e impactante.
Escribió la obra mas representativa del teatro romántico y la más representada en los teatros: Don Juan Tenorio; famoso aventurero y conquistador de mujeres.
Don Juan Tenorio (José Zorrilla)
Don Juan
Desde una princesa real
a la hija de un pescador,
ha recorrido mi amor
toda la escala social.
¿Tenéis algo que tachar?
Don Luis
Sólo una os falta en justicia.
Don Juan
¿Me la podéis señalar?
Don Luis
Sí, por cierto; una novicia
que esté para profesar.
Don Juan
¡Bah! Pues yo os complaceré
doblemente, porque os digo
que a la novicia uniré
la dama de algún amigo
que para casarse esté.
Don Luis
¡Pardiez, que sois atrevido!
Don Juan
Yo os lo apuesto si queréis.
Don Luis
Digo que acepto el partido;
para darlo por perdido,
¿queréis veinte días?
Don Juan
Partid los días del año
entre las que ahí encontráis.
Uno para enamorarlas,
otro para conseguirlas,
otro para abandonarlas,
dos para sustituirlas
y una hora para olvidarlas.
Pero la verdad a hablaros,
pedir más no se me antoja,
y pues que vais a casaros,
mañana pienso quitaros
a doña Ana de Pantoja.
Don Luis
Don Juan, ¿qué es lo que decís?
Don Juan
Don Luis, lo que oído habéis.

La prosa en el Romanticismo
La prosa durante el Romanticismo se centró sobre todo en la novela y en los artículos periodísticos.
La novela histórica trata temas legendarios medievales que son reconstruidos con la mayor veracidad posible.
Los románticos, para hacer triunfar sus ideas, solían reunirse en algún café donde intercambiaban sus opiniones. El medio más eficaz para difundirlas en aquella época era el periódico. Se esforzaron en fundar revistas y periódicos en los que exponían sus ideas y combatían a los neoclásicos.
  • Autores
  • Enrique Gil y Carrasco
Nació en Villafranca del Bierzo (León) en 1815. Estudió en Ponferrada, Astorga y Derecho en la Universidad de Valladolid. En 1836 se instaló en Madrid donde conoció y entabló amistad con Espronceda y otros escritores románticos. Publicó sus escritos en varios periódicos madrileños. A partir de 1844 trabajó como diplomático en Alemania. Murió en Berlín en 1846 de tuberculosis.
Escribió poemas llenos de melancolía pero es más conocido como el autor de la novela histórica más importante del Romanticismo: El señor de Bembibre.
En esta novela, Enrique Gil y Carrasco recrea en forma novelada un episodio de la historia: la caída de la poderosa Orden Caballeresca de los Templarios. Los caballeros del Temple habían tenido varias posesiones en la comarca del Bierzo. En la obra se mezcla una patética historia de amor con la narración de los difíciles años del final de la Orden y con la descripción del bello paisaje del Norte de León.
El señor de Bembibre (Enrique Gil y Carrasco)
Don Álvaro, señor de Bembibre, familia del Maestre de los templarios castellanos, está enamorado de la hermosa doña Beatriz. A pesar de la oposición de la familia los jóvenes se prometen amor eterno. Beatriz se ve obligada a casarse con el conde de Lemus, enemigo del Temple. Don Álvaro, despechado, ingresa en la Orden y lucha contra los ejércitos del conde de Lemus. Una vez muerto el conde y destruida la Orden, don Álvaro de casa con doña Beatriz en el lecho de muerte de la chica.
Estaba poniéndose el sol detrás de las montañas que parten términos entre el Bierzo y Galicia. Doña Beatriz clavaba sus ojos errantes y empañados de lágrimas, ora en los celajes del ocaso, ora en los árboles del soto, ora en el suelo, y don Álvaro, fijos los suyos en ella, de hito en hito, seguía con ansia todos sus movimientos. Ambos jóvenes estaban en un embarazo doloroso, sin atreverse a romper el silencio. Se amaban con toda la profundidad de un sentimiento nuevo, generoso y delicado, pero nunca se lo habían confesado. Los afectos verdaderos tienen un pudor y reserva característicos, como si el lenguaje hubiera de quitarles su brillo y limpieza. Esto cabalmente es lo que había sucedido con don Álvaro y doña Beatriz, que, embebecidos en su dicha; ni habían pronunciado la palabra amor. Y, sin embargo, esta dicha parecía irse con el sol que se ocultaba detrás del horizonte, y era preciso apartar de delante de los ojos aquel prisma falaz que hasta entonces les había presentado la vida como un delicioso jardín.Don Álvaro, como era natural, fue el primero que habló:
-¿No me diréis, señora -preguntó con voz grave y melancólica-, qué da a entender el retraimiento de vuestro padre y mi señor para conmigo? ¿Será verdad lo que mi corazón me está presagiando desde que han empezado a correr ciertos ponzoñosos rumores sobre el conde de Lemus? ¿De cierto, de cierto pensarían en apartarme de vos? -continuó, poniéndose en pie con un movimiento muy rápido.
Doña Beatriz cerró los ojos y no respondió
  • Mariano José de Larra
Nació en Madrid en 1809. Su padre era un médico de ideas afrancesadas que había trabajado en la corte de José Bonaparte. Al regreso de Fernando VII toda la familia se exilió a Francia. Mariano José paso toda su infancia y adolescencia en Burdeos, donde recibió una sólida formación intelectual, liberal y progresista. En 1818 regresó a España y estudió en Madrid y Valladolid. A los 19 años comenzó a escribir artículos en los periódicos. Llegó a ser el periodista más cotizado y temido de su tiempo, a pesar de su juventud. Se casó a los 20 años, pero su matrimonio fue un fracaso y pronto se separó de su mujer.
Fue un hombre culto y refinado, de temperamento apasionado, que tenía que chocar con el ambiente mezquino de la sociedad en la que vivía. Los desengaños personales unidos a los problemas políticos y sociales de la patria para los que no veía solución, acentuaron su pesimismo innato y su desesperación. Por todo ello se suicidó a los 28 años pegándose un tiro en la sien ante un espejo.
Escribió algunos poemas, una novela histórica y una tragedia romántica; pero debe su fama a los artículos que publicó en los periódicos de su época: Vuelva usted mañana, en el que satiriza la pereza y la burocracia española; Casarse pronto y mal, en el que critica la vida familiar siendo un reflejo de su triste experiencia matrimonial; El día de difuntos de 1836, donde ataca diversos aspectos de la política nacional.
Casarse pronto y mal (Mariano José de Larra)
En este artículo, Larra analiza las causas del fracaso matrimonial de dos jóvenes que han recibido una educación inadecuada.
APUROS DE RECIÉN CASADOS
Así como tengo aquel sobrino de quien hablé en mi cuarto número, tenía otro también, no hace mucho tiempo, que en esto suele venir a parar el tener hermanos. Éste era hijo de una hermana la cual había recibido aquella educación que se daba en España no hace ningún siglo, es decir, que en casa se rezaba diariamente el rosario, se leía la vida del santo, se oía misa todos los días, se trabajaba los de labor, se paseaba sólo las tardes de los de guardar, se velaba hasta las diez, se estrenaba vestido el Domingo de Ramos, se cuidaba de que no anduviesen las niñas balconeando, y andaba siempre señor padre, que entonces no se llamaba papá, con la mano más besada que reliquia vieja, y registrando los rincones de la casa, temeroso de que la muchacha, ayudada de su cuyo, no hubiese nunca a las manos ningún libro de los prohibidos, ni menos aquellas novelas que, como solía decir, a pretexto de inclinar a la virtud, enseñan desnudo el vicio. No diremos que esta educación fuese mejor ni peor que la del día; sólo sabemos que vinieron los franceses, y como aquella buena o mala educación no estribaba en mi hermana en principios ciertos, sino en la rutina y en la opresión doméstica de aquellos terribles padres del siglo pasado, no fue necesaria mucha comunicación con algunos oficiales de la guardia imperial para echar de ver que si aquel modo de vivir era sencillo y arreglado, no era sin embargo el más divertido. ¿Qué motivo habrá, efectivamente, que nos persuada que debemos en esta corta vida pasarlo mal, pudiendo pasarlo mejor? Aficionóse mi hermana a las costumbres francesas, y ya no fue el pan pan y el vino vino: casóse, y siguiendo en la famosa jornada de Vitoria la suerte del tuerto Pepe Botella, que tenía dos ojos muy hermosos y nunca bebía vino, emigró a Francia.
Excusado es decir que adoptó mi hermana las ideas del siglo: pero como esta segunda educación tenía tan malos cimientos como la primera y comoquiera que esta débil humanidad nunca sepa detenerse en el justo medio, pasó del Año Cristiano a Pigault Lebrun, y se dejó de misas y devociones, sin saber más ahora porque las dejaba que antes porque las tenía. Dijo que el muchacho se había de educar como convenía; que podía leer sin orden ni método cuanto libro le viniese a las manos, y qué sé yo qué más cosas decía de la ignorancia y del fanatismo, de las luces y de la ilustración, añadiendo que la religión era un convenio social en que sólo los tontos entraban de buena fe, y del cual el muchacho no necesitaba para mantenerse bueno; que padre y madre eran cosa de brutos, y que a papá y mamá se les debía de tratar de porque no hay amistad que iguale a la que une a los padres con los hijos (salvo algunos secretos que guardarán siempre los segundos de los primeros, y algunos soplamocos que darán siempre los primeros a los segundos): verdades todas que respeto tanto o más que las del siglo pasado, porque cada siglo tiene sus verdades, como cada hombre tiene su cara.

La poesía en el Romanticismo
  • Características:
  • Evasión de la realidad, refugiándose en un mundo de ensueño y fantasía. Búsqueda de paisajes exóticos y lejanos, situando las obras en épocas lejanas, Edad Media preferentemente.
  • Libre manifestación de sus sentimientos íntimos, especialmente la melancolía, tristeza, desesperación, soledad y amor perdido.
  • Intención de conmover al lector y provocarle sentimientos de dolor, tristeza y pesimismo.
  • Se utiliza de nuevo el romance y nuevas combinaciones métricas.
  • Poetas románticos
  • José de Espronceda
Nació en Almendralejo (Badajoz) en 1808. Estudió en Madrid y era de temperamento impulsivo. Siendo muy joven aún perteneció a una sociedad secreta llamada los Numantinos, que intentaba derrocar el régimen de Fernando VII. Descubierto, fue encerrado en un convento y más tarde huyó a Portugal. En este país se enamoró de Teresa Mancha a la que siguió hasta Londres. Atraído por la política, participó en la revolución francesa de 1830. Mientras tanto Teresa se había casado y, al enterarse Espronceda, la raptó y regresó con ella a España, donde llegó a ser diputado. Teresa se separó de él, aunque consiguió atraerla de nuevo. Poco más tarde volvió a dejarlo y murió en 1839. Cuando el poeta comenzaba a calmar sus ardores juveniles y empezaba a ordenar su vida iniciando una brillante carrera literaria, política y diplomática, y a punto de casarse, murió a los treinta y cuatro años de edad, en 1842.
Escribió teatro (Blanca de Borbón) y novela (Sancho Saldaña); pero destacó más en poesía, escribiendo:
- El diablo mundo. El protagonista, Adán, es un personaje fantástico que, al enfrentarse con la realidad, va sufriendo grandes desengaños.
- El estudiante de Salamanca. Es una obra que tiene dos mil versos. El protagonista, don Félix Montemar, abandona a su amada Elvira y ésta muere de pena. Una noche Elvira se le aparece y don Félix, en una visión, contempla su propio entierro.
La canción del pirata. Poema
muy conocido, lleno de brío en el que canta la libertad individual. El ritmo de sus versos es rápido y alegre, y podría sugerir el movimiento del barco sobre el mar.

Canto a Teresa (José de Espronceda)
A continuación puedes leer un fragmento del Canto a Teresa, que pertenece al extenso
poema El diablo mundo. El Canto a Teresa está compuesto por 44 octavas reales y es
una elegía por la muerte de la mujer a la que amó tan apasionadamente el poeta en su
juventud.
DESCANSA EN PAZ
Bueno es el mundo. ¡Bueno!, ¡bueno!, ¡bueno!
Como de Dios al fin obra maestra,
por todas partes de delicias lleno,
de que Dios ama al hombre hermosa muestra.
Salga la voz alegre de mi seno
a celebrar esta vivienda nuestra;
¡paz a los hombres!, ¡gloria en las alturas!
¡Cantad en vuestra jaula, criaturas!
(María, por don Miguel de los Santos Álvarez.)
¿Por qué volvéis a la memoria mía,
tristes recuerdos del placer perdido,
a aumentar la ansiedad y la agonía
de este desierto corazón herido?
¡Ay! que de aquellas horas de alegría
le quedó al corazón sólo un gemido,
y el llanto que al dolor los ojos niegan
lágrimas son de hiel que el alma anegan.

¿Dónde volaron ¡ay! aquellas horas
de juventud, de amor y de ventura,
regaladas de músicas sonoras,
adornadas de luz y de hermosura?
Imágenes de oro bullidoras,
sus alas de carmín y nieve pura,
al sol de mi esperanza desplegando,
pasaban ¡ay! a mi alredor cantando.

Gorjeaban los dulces ruiseñores,
el sol iluminaba mi alegría,
el aura susurraba entre las flores,
el bosque mansamente respondía,
las fuentes murmuraban sus amores.
¡Ilusiones que llora el alma mía!
¡Oh, cuán süave resonó en mi oído
el bullicio del mundo y su rüido!

¡Oh llama santa! ¡celestial anhelo!
¡sentimiento purísimo! ¡memoria
acaso triste de un perdido cielo,
quizá esperanza de futura gloria!
¡huyes y dejas llanto y desconsuelo!
¡Oh mujer que en imagen ilusoria
tan pura, tan feliz, tan placentera
brindó el amor a mi ilusión primera!...
¡Oh Teresa! ¡Oh dolor! ¡Lágrimas mías,
¡ah!, ¿dónde estáis que no corréis a mares?
¿Por qué, por qué como en mejores días,
no consoláis vosotras mis pesares?
¡Oh!, los que no sabéis las agonías
de un corazón que penas a millares
¡ay! desgarraron y que ya no llora,
¡piedad tened de mi tormento ahora!

¡Oh dichosos mil veces, sí, dichosos
los que podéis llorar! y ¡ay! sin ventura
de mí, que entre suspiros angustiosos
ahogar me siento en infernal tortura.
¡Retuércese entre nudos dolorosos
mi corazón, gimiendo de amargura!...
También tu corazón, hecho pavesa,
¡ay! llegó a no llorar, ¡pobre Teresa!

¿Quién pensara jamás, Teresa mía,
que fuera eterno manantial de llanto
tanto inocente amor, tanta alegría,
tantas delicias y delirio tanto?
¿Quién pensara jamás llegase un día
en que, perdido el celestial encanto
y caída la venda de los ojos,
cuanto diera placer causara enojos?

  • Gustavo Adolfo Bécquer
Nació en Sevilla en 1836 y quedó huérfano muy pronto. Era sensible, introvertido y soñador, de salud poco fuerte y preocupado siempre por sus problemas económicos. A los 18 años se trasladó a Madrid donde vivió de sus colaboraciones con periódicos y revistas. Llegó a tener un importante cargo en la Administración, pero la tuberculosis hizo que se fuera a reponer al castillo de Veruela. Su matrimonio fue un fracaso, y sus méritos como poeta sólo fueron reconocidos durante su vida por un pequeño grupo de amigos, que reunieron sus poemas y los publicaron a raíz de su muerte. La tuberculosis venció a su vida en el año 1870.
Con el Modernismo llega el reconocimiento de su gran valor, que va aumentando cada día hasta ser considerado como el verdadero precursor de la poesía moderna.
A través de un lenguaje natural, simple, fluido, Bécquer nos comunica su intimidad: sus anhelos, sus ensueños, su melancolía, su alegría, su insatisfacción. Sus poemas son muy breves y su rima, por lo general, asonante. Su poesía en apariencia sencilla y humilde es el resultado de un gran esfuerzo de concentración constante, de eliminación de todo lo innecesario, hasta llegar a la palabra justa y sincera que expresa un mundo poético rico y profundo.
  • Obra poética
Está recogida en un libro titulado Rimas. Un conjunto de poemas breves, de métrica variada con rima asonante casi siempre. Los temas son variados:
El amor, la mujer y la poesía. Exaltación del amor y
la belleza femenina.
Desengaño, desilusión y dolor.
¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía... eres tú.
Cuando sobre el pecho inclinas
la melancólica frente,
una azucena tronchada
me pareces.
Porque al darte la pureza
de que es símbolo celeste,
como a ella te hizo Dios
de oro y nieve.
Al brillar de un relámpago nacemos,
y aún dura su fulgor cuando morimos,
¡tan corto es el vivir!
La gloria y el amor tras que corremos,
sombras de un sueño son que perseguimos.
¡Despertar es morir!
  • Obra en prosa
- Las leyendas. Son relatos en los que se mezcla lo exótico, lo misterioso y el ensueño. Son famosas las leyendas: Maese Pérez el organista, El Rayo de Luna, El Miserere, El beso, etc.
- Cartas desde mi celda.
Las escribió en la época que estuvo en Veruela (Zaragoza) reponiéndose de su enfermedad; en ellas nos cuenta sus impresiones, mezcladas con leyendas.

El rayo de Luna (Gustavo Adolfo Bécquer)
A continuación ves un fragmento de la leyenda cuyo argumento es muy simple: Un joven llamado Manrique cree ver, en una noche de luna, algo blanco que se agita entre los árboles. Su imaginación construye una bella fantasía y cree haber visto el borde de un vestido blanco de mujer. Durante varias noches persigue a la bella e imaginada desconocida. Al final descubre que la cosa "blanca, ligera, flotante" era...
Sobre el Duero, que pasa lamiendo las carcomidas y oscuras piedras de las murallas de Soria, hay un puente que conduce de la ciudad al antiguo convento de los Templarios, cuyas posesiones se extendían a lo largo de la opuesta margen del río.En la época a que nos referimos, los caballeros de la Orden habían ya abandonado sus históricas fortalezas; pero aún quedaban en pie restos de los anchos torreones de sus muros; aún se veían, como en parte se ven hoy, cubiertos de hiedra y campanillas blancas, los macizos arcos de su claustro, las prolongadas galerías ojivales de sus patios de armas, en las que suspiraba el viento con un gemido, agitando las altas hierbas.
En los huertos y en los jardines, cuyos senderos no hollaban hacía muchos años las plantas de los religiosos, la vegetación, abandonada de sí misma, desplegaba todas sus galas, sin temor de que la mano del hombre la mutilase, creyendo embellecerla.
Las plantas trepadoras subían encaramándose por los añosos troncos de los árboles; y las sombrías calles de álamos, cuyas copas se tocaban y se confundían entre sí, se había cubierto de césped; los cardos silvestres y las ortigas brotaban en medio de los enarenados caminos, y en los trozos de fábrica próximos a desplomarse, el jaramago, flotando al viento como el penacho de una cimera, y las campanillas blancas y azules, balanceándose como en un columpio sobre sus largos y flexibles tallos, pregonaban la victoria de la destrucción y la ruina.
Era de noche; una noche de verano, templada, llena de perfumes y de rumores apacibles, y con una luna blanca y serena en mitad de un cielo azul, luminoso y transparente.
Manrique, presa su imaginación de un vértigo de poesía, después de atravesar el puente, desde donde contempló un momento la negra silueta de la ciudad que se destacaba sobre el fondo de algunas nubes blanquecinas y ligeras arrolladas en el horizonte, se internó en las desiertas ruinas de los Templarios.
La medianoche tocaba a su punto. La luna, que se había ido remontando lentamente, estaba ya en lo más alto del cielo, cuando al entrar en una oscura alameda que conducía desde el derruido claustro a la margen del Duero, Manrique exhaló un grito, un grito leve y ahogado, mezcla extraña de sorpresa, de temor y de júbilo.
En el fondo de la sombría alameda había visto agitarse una cosa blanca que flotó un momento y desapareció en la oscuridad. La orla del traje de una mujer, de una mujer que había cruzado el sendero y se ocultaba entre el follaje, en el mismo instante en que el loco soñador de quimeras o imposibles penetraba en los jardines.
-¡Una mujer desconocida!... ¡En este sitio!... ¡A estas horas! Ésa, ésa es la mujer que yo busco -exclamó Manrique-, y se lanzó en su seguimiento, rápido como una saeta.
  • Rosalía de Castro
Nació en Santiago de Compostela en 1837. Pasó su infancia en una casa de campo de Iria Flavia, término municipal de Padrón, con una familia de campesinos, pues era hija ilegítima de una dama de Santiago. Éste hecho, descubierto a través de rumores y comentarios confusos, hizo infeliz su infancia y volvió su temperamento triste, amargo y melancólico para siempre. En 1885 murió de cáncer y fue enterrada en Iria Flavia y posteriormente trasladados sus restos a una iglesia de Santiago de Compostela.
Escribió algunas novelas y dos primeros libros de poesía; pero si figura como una de las mejores poetisas de nuestra literatura es por tres libros de versos, dos escritos en gallego: Cantares gallegos y Follas novas (Hojas nuevas); y uno en castellano: En las orillas del Sar.
En "Cantares gallegos" y "Follas novas", escritos fuera de Galicia a raíz de su matrimonio, expresa la nostalgia por su tierra. Su libro de poemas "En las orillas del Sar", es un libro atormentado en el que expresa sus ideas sobre el amor, el dolor, la injusticia y la muerte.
A la Felicidad Hojas nuevas
Yo no sé lo que busco eternamente
en la tierra, en el aire y en el cielo;
yo no sé lo que busco; pero es algo
que perdí no sé cuándo y que no encuentro,
aun cuando sueñe que invisible habita
en todo cuanto toco y cuanto veo.
Felicidad, no he de volver a hallarte
en la tierra, en el aire, ni en el cielo,
¡aun cuando sé que existes
y no eres vano sueño!

Una vez tuve un clavo
clavado en el corazón,
y yo no me acuerdo si era aquel clavo
de oro, de hierro o de amor.
Sólo sé que me produjo un mal tan hondo,
que tanto me atormentó,
que día y noche sin cesar lloraba
como lloró Magdalena en la Pasión.
"Señor que todo lo puedes
-le pedí una vez a Dios-
dame valor para arrancar de un golpe
clavo de tal condición."
Y diómelo Dios y lo arranqué,
pero... ¿quién lo imaginara?... Después
ya no sentí más tormentos
ni supe lo que era dolor;
supe tan sólo que no sé qué me
faltaba en donde el clavo faltó,
y me parece... me parece que tuve añoranza
de aquella pena... ¡Buen Dios!
Este barro mortal que envuelve el espíritu, ¿quién
lo entenderá, ¿Señor?

jueves, 4 de noviembre de 2010

Define los siguientes conceptos

20.5)

ANTIGUO RÉGIMEN:
Antiguo Régimen (en francés, Ancien régime) fue el término que los revolucionarios franceses utilizaban para designar peyorativamente al sistema de gobierno anterior a la Revolución francesa de 1789 (la monarquía absoluta de Luis XVI), y que se aplicó también al resto de las monarquías europeas cuyo régimen era similar a aquél.

MONARQUÍA ABSOLUTA:
La monarquía absoluta es una forma de gobierno en la que el monarca (lleve el título de rey, emperador, zar o cualquier otro) ostenta el poder absoluto

DESPOTISMO ILUSTRADO:
El despotismo ilustrado es un concepto político que se enmarca dentro de las monarquías absolutas y que pertenece a los sistemas de gobierno del Antiguo Régimen europeo

ILUSTRACIÓN:
La Ilustración fue un movimiento cultural europeo que se desarrolló –especialmente en Francia e Inglaterra– desde principios del siglo XVIII hasta el inicio de la Revolución francesa

 ROUSSEAU:
fue un escritor, filósofo y músico definido como un ilustrado, siendo parte de sus teorías una reforma a la Ilustración y prefigurando al posterior Romanticismo.

SOCIEDAD ESTAMENTAL: 

Estamento es el estrato de una sociedad, definido por un común estilo de vida o análoga función social.[1] Es la división social que responde a los criterios propios del Feudalismo y el Antiguo Régimen

TERCER ESTADO:
El Tercer Estado es uno de los tres estamentos básicos de la sociedad propia del Feudalismo y el Antiguo Régimen. Se compone de la población carente de los privilegios que gozaban el Clero y la Nobleza, por tanto puede ser también considerado equivalente al grupo de no privilegiados o de pecheros (los que, particularmente en Castilla, estaban sujetos al pago de impuestos).

REVOLUCIÓN (BURGUESA): 

Las revoluciones burguesas son un concepto historiográfico originado por la escuela del materialismo histórico o marxismo que se utiliza para manifestar que el componente social dominante en un movimiento revolucionario corresponde a la burguesía.

LIBERALISMO(POLÍTICO,ECONÓMICO):
El liberalismo es un sistema filosófico, económico y político, que promueve las libertades civiles; se opone a cualquier forma de despotismo, suscitando a los principios republicanos

REPÚBLICA, MONARQUÍA, DICTADURA:
Aristóteles quien realizó una de las primeras clasificaciones, pues tomó en cuenta el número de gobernantes y estableció: Gobierno de uno: Monarquía, de varios: Aristocracia, de todos: República. Otro punto fue cómo era la manera en que se ejercía el gobierno; estableciendo diferencias entre las formas puras e impuras

MOTÍN DEL TÉ 

 en el que se lanzó al mar todo un cargamento de té. Fue un acto de protesta de los colonos americanos contra Gran Bretaña y es considerado un precedente de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos.

 
GEORGE WASHINGTON:
 George Washington (n. 22 de febrero de 1732 — † 14 de diciembre de 1799)[1][2] [3] fue el primer Presidente de los Estados Unidos entre 1789 y 1797[4] [5] [6] y Comandante en Jefe del Ejército Continental revolucionario en la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos (17751783).




DECLARACIÓN DERECHOS DEL HOMBRE:
aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente francesa el 26 de agosto de 1789 es uno de los documentos fundamentales de la Revolución francesa en cuanto a definir los derechos personales y colectivos como universales



 CONSTITUCIÓN:
es la norma fundamental, escrita o no, de un Estado soberano, establecida o aceptada para regirlo.
 



CAHIERS:
 es una revista de cine francesa, fundada en 1951 por André Bazin, Jacques Doniol-Valcroze y Joseph-Marie Lo Duca

LA BASTILLA:
 

 fue una fortaleza que protegía el costado oriental de la ciudad de París.



NAPOLEÓN:
(Ajaccio, 15 de agosto de 1769Santa Helena, 5 de mayo de 1821) fue un militargobernante francés, general republicano durante la Revolución y el Directorio, artífice del golpe de Estado del 18 de Brumario que le convirtió en Primer Cónsul.




WATERLOO:
(en valón: Waterlô) es un municipio belga ubicado en la provincia del Brabante valón.


 CONGRESO DE VIENA: 

 fue un encuentro internacional celebrado en la ciudad austriaca de Viena, convocado con el objetivo de restablecer las fronteras de Europa tras la derrota de Napoleón I 



ESTADOS GENERALES:
en la Francia del Antiguo Régimen eran una asamblea convocada por el Rey de manera excepcional y a la que acudían representantes de cada estamento: el clero (primer estado), la nobleza



 JACOBINO:
eran miembros de un grupo político de la Revolución francesa llamado Club de los Jacobinos, cuya sede se encontraba en París
 

NACIONALISMO:
es una ideología y un movimiento social y político que surgió junto con el concepto de nación propio de la Edad Contemporánea  

 

ROMANTICISMO:
es un movimiento cultural y político originado en Alemania y en el Reino Unido a finales del siglo XVIII como una reacción revolucionaria contra el racionalismoIlustración y el Clasicismo, confiriendo prioridad a los sentimientos. 




FERNANDO VIIFERNANDO VII:
 (San Lorenzo de El Escorial, 14 de octubre de 1784 - Madrid, 29 de septiembre1833), llamado el Deseado o el Rey Felón, fue rey de España.




GODOY:
  (Badajoz, 12 de mayo de 1767 - París, 4 de octubre de 1851). Fue un noble y político español, favorito y primer ministro de Carlos IV entre 1792 y 1797, y nuevamente de 1801 a 1808. Fue duque de la Alcudia y de Sueca y Príncipe de la Paz, por la negociación de la Paz de Basile (1795), que trocaría en el exilio por el principado de Basano.


 CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA DE 1812:
 fue promulgada por las Cortes Generales de España el 19 de marzo de 1812 en Cádiz. La importancia histórica de la misma es grande, al tratarse de la primera Constitución promulgada en España, además de ser una de las más liberales de su tiempo. Respecto al origen de su sobrenombre, la Pepa, fue promulgada el día de San José, de donde vendría el sobrenombre de Pepa.

La declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano

20.3 a)


La Declaración de los Derechos del Hombre aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente francesa el 26 de agosto de 1789 es uno de los documentos fundamentales de la Revolución francesa en cuanto a definir los derechos personales y colectivos como universales. Influenciada por la doctrina de los derechos naturales, los derechos del Hombre se entienden como universales, válidos en todo momento y ocasión al pertenecer a la naturaleza humana. Aun cuando establece los derechos fundamentales de los ciudadanos franceses y de todos los hombres sin excepción, no se refiere a la condición de las mujeres o la esclavitud, aunque ésta será abolida por la Convención el 4 de febrero de 1794. Sin embargo es considerado un documento precursor de los derechos humanos a nivel nacional e internacional. No fue hasta que Olympe de Gouges, en 1791, proclamó la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana que las mujeres entraron, por lo menos a través de un documento no oficial, en la historia de los derechos humanos.
La Declaración fue el prefacio a la Constitución de 1791. La primera traducciónAntonio Nariño, publicada en Bogotá, capital de Colombia, en 1793. americana completa de sus 17 artículos al castellano es obra de
Una segunda versión ampliada, conocida como Declaración de los Derechos del Hombre de 1793 fue aprobada posteriormente e incorporada a la Constitución francesa de 1793, ambas de muy breve aplicación. Seguida de la Declaración de los Derechos y Deberes del Hombre y del Ciudadano de 1795 en la Constitución de 1795 que establece el Directorio.
En el derecho constitucional francés, la Declaración de 1789 es parte de la Constitución francesa de 1946, que agrega los derechos sociales en su preámbulo, y de la Constitución francesa de 1958 que reitera los mismos derechos de la Declaración y el preámbulo de 1946.

LISTADO

ARTÍCULO 1. Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos. Las distinciones sociales no pueden fundarse más que sobre la utilidad común.
ARTICULO 2. El objeto de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e imprescriptibles del hombre. Estos derechos son la libertad, la seguridad y la resistencia a la opresión.
ARTÍCULO 3. El principio de toda soberania reside esencialmente en la nación. Ningún cuerpo ni individuo puede ejercer autoridad que no emane expresamente de ella.
ARTÍCULO 4. La libertad consiste en poder hacer todo aquello que no dañe a otro; por lo tanto, el ejercicio de los derechos naturales de cada hombre no tiene otros límites que los que aseguren a los demás miembros de la sociedad el disfrute de estos mismos derechos. Estos límites no pueden ser determinados más que por la ley.
ARTICULO 5. La ley no tiene el derecho de prohibir más que las acciones nocivas a la sociedad.
Todo lo que no está prohibido por la lev no puede ser impedido, y nadie puede ser obligado a hacer lo que ella no ordena.
ARTICULO 6. La ley es la expresión de la voluntad general. Todos los ciudadanos tienen derecho a contribuir personalmente, o por medio de sus representantes, a su formación. La ley debe ser idéntica para todos, tanto para proteger como para castigar. Siendo todos los ciudadanos iguales ante sus ojos, son igualmente admisibles a todas las dignidades, puestos y empleos públicos, según su capacidad, y sin otra distinción que la de sus virtudes talentos.
ARTÍCULO 7. Ningún hombre puede ser acusado, arrestado ni detenido más que en los casos determinados por la lev y según las formas por ella prescritas. Los que soliciten, expidan, ejecuten o hagan ejecutar órdenes arbitrarias, deben ser castigados, pero todo ciudadano llamado o designado en virtud de la ley, debe obedecer en el acto: su resistencia le hace culpable.
ARTÍCULO 8. La ley no debe establecer más que las penas estrictas y evidentemente necesarias, y nadie puede ser castigado más que en virtud de una ley establecida y promulgada con anterioridad al delito, y legalmente aplicada.
ARTICULO 9. Todo hombre ha de ser tenido por inocente hasta que haya sido declarado culpable, y si se juzga indispensable detenerle, todo rigol- que no fuere necesario para asegurarse de su persona debe ser severamente reprimido por la ley.
ARTÍCULO 10. Nadie debe ser molestado por SUS opiniones, incluso religiosas, con tal de que su manifestación no altere el orden público establecido por la ley.
ARTICULO 11. La libre comunicación de los pensamientos y de las opiniones es uno de los más preciosos derechos del hombre. Todo ciudadano puede, pues, hablar, escribir, imprimir libremente, salvo la obligación de responder del abuso de esta libertad en los casos determinados por la ley.
ARTÍCULO 12. La garantía de los derechos del hombre y del ciudadano necesita de una fuerza pública; esta fuerza queda instituida para el bien común y no para la utilidad particular de aquellos a quienes está confiada.
ARTÍCULO 13. Para el mantenimiento de la fuerza pública y para los gastos de administración es indispensable una contribución común. Esta contribución debe ser repartida por igual entre todos los ciudadanos, en razón de sus facultades.
ARTÍCULO 14. Todos los ciudadanos tienen el derecho de comprobar, por sí mismos o por sus representantes, la necesidad de la contribución pública, de consentirla libremente, de vigilar su empleo y de determinar su cuantía, su asiento, cobro y duración.
ARTÍCULO 15. La sociedad tiene el derecho de pedir cuentas a todo agente público de su administración.
ARTÍCULO 16. Toda sociedad en la que la garantía de los derechos no está asegurada, ni la separación de los poderes determinada, no tiene Constitución.
ARTÍCULO 17. Siendo la propiedad un derecho inviolable y sagrado, nadie puede ser privado de ella, si no es en los casos en que la necesidad pública, legalmente comprobada, lo exija evidentemente, y bajo la condición de una indemnización justa y previa.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

La guerra Independencia en España, Fernando VII y la Constitución de 1812



20.2d) 

La independencia de España

fue un conflicto armado surgido en 1808 por la oposición de España a la pretensión del emperador francés Napoleón I de instaurar y consolidar en el trono español a su hermano José Bonaparte, en detrimento de Fernando VII de España, desarrollando un modelo de Estado inspirado en los ideales bonapartistas.
El conflicto puede estar incluido en el marco de la Guerra Peninsular sumándose al enfrentamiento precedente de Francia con Portugal y el Reino Unido, convulsionando toda la península Ibérica[1] hasta 1814.
La Guerra de Independencia Española queda enmarcada en el amplio conflicto de las Guerras Napoleónicas y en la crisis del sistema del Antiguo Régimen, encarnado en la monarquía absoluta de Fernando VII, el conflicto se desarrolló sobre un complejo trasfondo de profundos cambios sociales y políticos impulsados por el surgimiento de la identidad nacional española y la influencia en el campo de los «patriotas» de algunos de los ideales nacidos de la Ilustración y la Revolución francesa, paradójicamente difundidos por la élite de los afrancesados




Fernando VII
Rey de España (El Escorial, 1784 - Madrid, 1833). Era hijo de Carlos IV, con quien mantuvo muy malas relaciones: ya como príncipe de Asturias conspiró contra su padre, agrupando a su alrededor un partido fernandista con cierto apoyo cortesano y popular, de todos los descontentos con la política del valido Godoy. Descubierta la conspiración, el príncipe fue condenado por el proceso de El Escorial (1807), aunque enseguida pidió y obtuvo el perdón de su padre.
Ello no le impidió encabezar el motín de Aranjuez, por el que arrebató el Trono a Carlos IV y derribó a Godoy del poder (1808). Fernando, que había mantenido contactos con Napoleón a lo largo de sus conspiraciones, se encontró en aquel mismo año con que el emperador invadía España y le hacía apresar y conducir a Bayona (Francia); allí le obligó a devolver la Corona a Carlos IV, sólo para forzar que éste abdicara el Trono español en el propio hermano del emperador, José I. 






La constitución de 1812

La Constitución española de 1812, también denominada La Pepa, fue promulgada por las Cortes Generales de España el 19 de marzo de 1812 en Cádiz. La importancia histórica de la misma es grande, al tratarse de la primera Constitución promulgada en España, además de ser una de las más liberales de su tiempo. Respecto al origen de su sobrenombre, la Pepa, fue promulgada el día de San José, de donde vendría el sobrenombre de Pepa.
Oficialmente estuvo en vigencia dos años, desde su promulgación hasta el 19 de marzo de 1814, con la vuelta a España de Fernando VII. Posteriormente estuvo vigente durante el Trienio Liberal (1820-1823), así como durante un breve período en 1836-1837, bajo el gobierno progresista que preparaba la Constitución de 1837. Sin embargo, apenas si entró en vigor de facto, puesto que en su período de gestación buena parte de España se encontraba en manos del gobierno pro-francés de José I de España, el resto en mano de juntas interinas más preocupadas en organizar su oposición a José I, y el resto de los territorios de la corona española (los virreinatos) se hallaban en un estado de confusión y vacío de poder causado por la invasión napoleónica.
La constitución establecía el sufragio universal, la soberanía nacional, la monarquía constitucional, la separación de poderes,[1] [2] la libertad de imprenta, acordaba el reparto de tierras y la libertad de industria, entre otras cosas.


El congreso de viena

20.2c)

El Congreso de Viena fue un encuentro internacional celebrado en la ciudad austriaca de Viena, convocado con el objetivo de restablecer las fronteras de Europa tras la derrota de Napoleón I y reorganizar la forma e ideologías políticas del Antiguo Régimen. Así pues, su intención era volver a la situación anterior a la Revolución Francesa de 1789. La reunión se llevó a cabo del 1 de octubre de 1814 al 9 de junio de 1815. Los acuerdos tuvieron vigencia en los territorios de Europa Central y del Este hasta el final de la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, la paz se consiguió mediante el establecimiento del absolutismo. Fue convocado por el emperador de Austria Francisco I, diciendo éste al final del congreso que la nueva Europa era la Europa de la Restauración. Pese a las medidas que se concertaron para mantener a raya a los enemigos del Antiguo Régimen, no se pudo evitar la difusión de las ideas liberales que provocaron las revoluciones de 1830 y 1848.
Participantes

Klemens von Metternich, que presidió la conferencia, y Charles Maurice de Talleyrand, que actuaba en representación de Luis XVIII, el cual consiguió varios éxitos para Francia pese a la derrota, fueron los protagonistas más destacados. Cabe mencionar, además, el zar Alejandro I de Rusia, quien tuvo un papel clave en el Congreso y vino acompañado por sus consejeros Karl Nesselrode y el condeAndrey Razumovsky con el objetivo de unificar los Estados alemanes e implantar un régimen constitucional en Polonia. Estuvieron presentes también Francisco IHabsburgo y Federico Guillermo III de Prusia (acompañado de Hardenberg y Humboldt), junto con representantes del Reino Unido, primero Lord Castlereagh y después el Duque de Wellington (quien tuvo que salir al auxilio de Europa cuando Napoleón escapó de la isla de Elba mientras se estaba celebrando el congreso en 1815) y antiguos aliados de Napoleón, como los reyes de Sajonia y de Dinamarca. También hubo españoles (marqués de Labrador), portugueses (Pedro de Sousa Holstein, Conde de Palmela; António Saldanha da Gama; Joaquim Lobo da Silveira), Estados germánicos (Hannover, Baviera y Wurtemberg), eslavos, nórdicos (Suecia) y enviados de los Estados Pontificios. Todos coincidieron en estar unidos y permanecer vigilantes contra los liberales, los republicanos y los ateos. de
En el tiempo en que duró el congreso, los participantes estuvieron por Viena en residencias palaciegas, dando paseos por parques y bosques. Todo estos lugares fueron escenarios de ocio, banquetes y bailes; de estos hechos nació la frase del príncipe de Ligne:Le Congrés ne marche pas, il danse, y se llegaban a juntar hasta más de 2.000 caballos y otros tantos perros en las cacerías que celebraban. Una de estas actividades de ocio contó con un concierto de una cantata de Beethoven titulada El momento glorioso.

Biografia de Napoleón

20.3)

Napoleón

Napoleón nació el 15 de agosto de 1769 en Ajaccio, capital de la actual Córcega, en una familia numerosa de ocho hermanos, la familia Bonaparte o, con su apellido italianizado, Buonaparte. Cinco de ellos eran varones: José, Napoleón, Lucien, Luis y Jerónimo. Las niñas eran Elisa, Paulina y Carolina. Al amparo de la grandeza de Napolione -así lo llamaban en su idioma vernáculo-, todos iban a acumular honores, riqueza, fama y a permitirse asimismo mil locuras. La madre, María Leticia Ramolino, era una mujer de notable personalidad, a la que Stendhal eligió por su carácter firme y ardiente.
Carlos María Bonaparte, el padre, siempre con agobios económicos por sus inciertos tanteos en la abogacía, sobrellevados gracias a la posesión de algunas tierras, demostró tener pocas aptitudes para la vida práctica. Sus dificultades se agravaron al tomar partido por la causa nacionalista de Córcega frente a su nueva metrópoli, Francia; congregados en torno a un héroe nacional, Paoli, los isleños la defendieron con las armas. A tenor de las derrotas de Paoli y la persecución de su bando, la madre de Napoleón tuvo que arrostrar durante sus primeros alumbramientos las incidencias penosas de las huidas por la abrupta isla; de sus trece hijos, sólo sobrevivieron aquellos ocho. Sojuzgada la revuelta, el gobernador francés, conde de Marbeuf, jugó la carta de atraerse a las familias patricias de la isla. Carlos Bonaparte, que religaba sus ínfulas de pertenencia a la pequeña nobleza con unos antepasados en Toscana, aprovechó la oportunidad, viajó con una recomendación de Marbeuf hacia la metrópoli para acreditarlas y logró que sus dos hijos mayores entraran en calidad de becarios en el Colegio de Autun.
Los méritos escolares de Napoleón en matemáticas, a las que fue muy aficionado y que llegaron a constituir una especie de segunda naturaleza para él -de gran utilidad para su futura especialidad castrense, la artillería-, facilitaron su ingreso en la Escuela Militar de Brienne. De allí salió a los diecisiete años con el nombramiento de subteniente y un destino de guarnición en la ciudad de Valence.

martes, 2 de noviembre de 2010

La revolución francesa

20.2b)

La Revolución francesa fue un conflicto social y político, con diversos periodos de violencia, que convulsionó Francia y, por extensión de sus implicaciones, a otras naciones de Europa que enfrentaban a partidarios y opositores del sistema conocido como el Antiguo Régimen. Se inició con la autoproclamación del Tercer Estado como Asamblea Nacional en 1789 y finalizó con el golpe de estado de Napoleón Bonaparte en 1799.
Si bien la organización política de Francia osciló entre república, imperio y monarquía constitucional durante 71 años después de que la Primera Repúblicagolpe de Estado de Napoleón Bonaparte, lo cierto es que la revolución marcó el final definitivo del absolutismo y dio a luz a un nuevo régimen donde la burguesía, y en algunas ocasiones las masas populares, se convirtieron en la fuerza política dominante en el país. La revolución socavó las bases del sistema monárquico como tal, más allá de sus estertores, en la medida en que lo derrocó con un discurso capaz de volverlo ilegítimo. cayera tras el

Causas

En términos generales fueron varios los factores que influyeron en la Revolución: un régimen monárquico que sucumbiría ante su propia rigidez en el contexto de un mundo cambiante; el surgimiento de una clase burguesa que nació siglos atrás y que había alcanzado un gran poder en el terreno económico y que ahora empezaba a propugnar el político; el descontento de las clases populares; la expansión de las nuevas ideas liberales; la crisis económica que imperó en Francia tras las malas cosechas agrícolas y los graves problemas hacendísticos causados por el apoyo militar a la Guerra de Independencia de los Estados Unidos. Esta intervención militar se convertiría en arma de doble filo, pues, pese a ganar Francia la guerra contra Gran Bretaña y resarcirse así de la anterior derrota en la Guerra de los Siete Años, la hacienda quedó en bancarrota y con una importante deuda externa. Los problemas fiscales de la monarquía, junto al ejemplo de democracia del nuevo Estado emancipado precipitaron los acontecimientos.
Desde el punto de vista político, fueron fundamentales ideas tales como las expuestas por Voltaire, Rousseau o Montesquieu (como por ejemplo, los conceptos de libertad política, de fraternidad y de igualdad, o de rechazo a una sociedad dividida, o las nuevas teorías políticas sobre la separación de poderesEstado). Todo ello fue rompiendo el prestigio de las instituciones del Antiguo Régimen, ayudando a su desplome. del
Desde el punto de vista económico, la inmanejable deuda del Estado fue exacerbada por un sistema de extrema desigualdad social y de altos impuestos que los estamentos privilegiados, nobleza y clero no tenían obligación de pagar, pero que sí oprimía al resto de la sociedad. Hubo un aumento de los gastos del Estado simultáneo a un descenso de la producción agraria de terratenientes y campesinos, lo que produjo una grave escasez de alimentos en los meses precedentes a la Revolución. Las tensiones, tanto sociales como políticas, mucho tiempo contenidas, se desataron en una gran crisis económica a consecuencia de los dos hechos puntuales señalados: la colaboración interesada de Francia con la causa de la independencia estadounidense (que ocasionó un gigantesco déficit fiscal) y el aumento de los precios agrícolas.
El conjunto de la población mostraba un resentimiento generalizado dirigido hacia los privilegios de los nobles y el dominio de la vida pública por parte de una ambiciosa clase profesional y comerciante. El ejemplo del proceso revolucionario estadounidense abrió los horizontes de cambio político.


Etapas


1)La Revolución francesa se dividió en tres etapas: 

-1) Comprende de junio de 1789 hasta agosto de 1792, y es conocida como la etapa de la Asamblea constituyente y la Asamblea legislativa.  
Los acontecimientos que tuvieron más importancia en esta etapa de la Revolución son los siguientes: 
      La destrucción de los privilegios feudales.
      La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano
     La Secularización de la Iglesia.
    La Constitución de 1791.
 

2) Es considerada la más radical; en ella se dio el periodo de la Convención, realizada del 20 de septiembre de 1792 al 26 de octubre de 1795.
   La Convención proponía lo siguiente: 
   La prohibición de encarcelamiento por deuda.
   La creación del sistema métrico de pesas y medidas.
   La confiscación de las propiedades de los enemigos de la Revolución.
  La promulgación de la Ley de precios máximos.
  La adopción de un nuevo calendario, que databa del nacimiento de la República el 22  de septiembre de 1792. 
La convención se unió a la idea de ejecutar a Luis XVI, en enero de 1793, y promulgó una nueva Constitución. En dicha convención predominaron los Girondinos, que estaban de acuerdo con la hegemonía de la gran burguesía. Más tarde entraron en pugna ideológica con los Jacobinos, quienes al final se impusieron en el seno de la misma.
Este triunfo dio paso a una dictadura, que fue denominada Dictadura del terror.
La Convención delegó sus funciones ejecutivas en el Comité de Seguridad Pública, integrado por nueve miembros, entre los que estaba Robespierre. 
La Convención delegó sus funciones ejecutivas en el Comité de Seguridad Pública, integrado por nueve miembros, entre los que estaba Robespierre.  

3) Es comúnmente llamada del Directorio. La toma del poder de los jacobinos en la etapa anterior provoca una reacción política inusitada. Tras ser acusado de dictador, de asesinatos, y de muchos crímenes, Robespierre es guillotinado. Con este hecho concluye la etapa llamada Régimen de terror.
El Directorio estaba constituido por cinco miembros, encabezados por Pablo Barras quien, en cuanto a política interior, enfrentó una gran inestabilidad política y social. En cuanto a la política exterior, el Directorio siguió una política agresiva, que llevó a Francia a enfrentarse entre 1798 y 1799 a la segunda coalición europea, integrada por Gran Bretaña, Austria y Rusia. Francia necesitaba un gobierno que trajera paz, seguridad y orden, sin embargo, ante una Francia miserable, hambrienta y en ruina económica, el Directorio hace muy poco y termina por agravar la situación, sin embargo, las victorias militares de Francia contribuyeron al mejoramiento de las finanzas, la República sobrevivió por la ayuda que los ejércitos victoriosos le dieron, en particular el de Napoleón Bonaparte. 
Napoleón Bonaparte, un joven general, se destaca como excelente estratega y militar, y se hace famoso por sus campañas en Italia. A su regreso a Francia, y ayudado por sus partidarios, Napoleón lleva a cabo el Golpe de Estado del 18 Brumario, con lo cual se cierra el periodo revolucionario iniciado en Francia tras la convocatoria de los Estados generales.