El Rococó se define por el gusto por los colores luminosos, suaves y claros. Predominan las formas inspiradas en la naturaleza, en la mitología, en la belleza de los cuerpos desnudos, en el arte oriental y especialmente en los temas galantes y amorosos. Es un arte básicamente mundano, sin influencias religiosas, que trata temas de la vida diaria y de las relaciones humanas. Es un estilo que busca reflejar lo que es agradable, refinado, exótico y sensual.
El término Neoclasicismo surgió en el siglo XVIII para denominar de forma peyorativa al movimiento estético que venía a reflejar en las artes, los principios intelectuales de la Ilustración que desde mediados del siglo XVIII, se venía produciendo en la filosofía y que consecuentemente se había transmitido a todos los ámbitos de la cultura. Sin embargo después de la caída de Napoleón los artistas no tardaron en cambiar sus ideas hacia el Romanticismo y el Neoclasicismo fue dejado.
Como el anterior, se trata de un boceto para un cuadro realizado por Goya para la iglesia de San Fernando de Torrero en Zaragoza.
Santa Isabel fue una santa zaragozana, que nació en el palacio de la Aljafería de esta ciudad en 1271. Hija de Pedro III el Grande y de Constanza de Sicilia y nieta de Jaime I el Conquistador, se casó a los diez años de edad con el rey de Portugal Don Dionís, con el que tuvo varios hijos, entre ellos el heredero Alfonso. Su vida estuvo inspirada en la caridad y el sacrificio. Fundó el Monasterio de Santa Clara en Coimbra, cuyo hábito tomó cuando enviudó y donde fue enterrada tras su muerte en 1336.
No hay comentarios:
Publicar un comentario